Películas de once países concursarán en la quinta edición del Festival de Cine INSTAR
Por RIALTA – 10 de septiembre de 2024
RIALTA
Quince películas integran el programa “En concurso” de la quinta edición del Festival de Cine INSTAR, que tendrá lugar en varias ciudades del mundo entre el 28 de octubre y el 3 de noviembre. Aspiran esta vez al Premio Nicolás Guillén Landrián realizaciones de Cuba, Hong Kong, Haití, República Dominicana, Palestina, China, Ucrania, Guinea-Bisáu, Rusia, Croacia y Costa Rica (sin mencionar aquellos países vinculados en coproducción). Se confirma así el carácter transnacional del evento, que ya anunció sedes para este 2024 en París, Múnich, Barcelona, Berkeley, California. En Cuba, como en ediciones anteriores, las obras se podrán ver en línea a través de la plataforma Festhome.
El festival, auspiciado por el Instituto de Artivismo Hannah Arendt, que lidera la artista Tania Bruguera, da continuidad con esta selección a su voluntad de “cartografiar zonas críticas y vulnerables del sur global a través de la cinematografía”. Los organizadores precisaron en redes sociales que esta edición “será un espacio para apoyar la producción independiente internacional y privilegiar audiovisuales con propuestas estéticas y narrativas arriesgadas, en especial las producidos en contextos dictatoriales o autoritarios”.
A propósito del programa “En concurso”, el realizador José Luis Aparicio, director artístico y programador del festival, comentó a Diario de Cuba que el foco se ha puesto “en aquellos realizadores que se encuentran en la intersección entre el cine y el artivismo”, con el objetivo de seguir “la línea general del Instituto”. Y agregó: “Las 15 obras en concurso abordan algunas de las temáticas más urgentes y complejas de sus respectivos contextos sociopolíticos, y lo hacen desde la experimentación con el lenguaje audiovisual. Nos concentramos, sobre todo, en artistas que trabajan en regímenes dictatoriales o autoritarios, bajo el asedio de la guerra, o que han sido forzados a vivir en la diáspora”.
Este año el jurado estará compuesto por la editora Joanna Montero, cuya filmografía incluye títulos relevantes como Santa y Andrés, Mafifa y La mujer salvaje; el curador de cine y escritor Jonathan Ali, director de programación del Third Horizon Film Festival de Miami, asesor curatorial de Criterion Channel y colaborador de la revista Sight and Sound, y el cineasta y mentor cinematográfico Francesco Montagner, autor de obras significativas como Asterión (2022) y Brotherhood (2021), que ganó el Cineasti del Presente en la 74 edición del Festival de Locarno.
La selección incluye An Asian Ghost Story (2023, 37 min.), del artista chino Bo Wang. Se trata de un documental experimental que, según la sinopsis, indaga en “los inquietantes recuerdos de la modernización de Asia a finales del siglo XX, a través de la exportación a gran escala de pelucas durante la Guerra Fría”. Entre otros eventos, el filme ha participado en el DOK Leipzig, donde obtuvo el Premio Golden Dove, y en el Festival Internacional de Cine Documental y Experimental de Yakarta, donde consiguió los premios Arkipel y Forum Lenteng. Bo Wang, quien reside actualmente en Ámsterdam, es también artista visual, y su obra se ha expuesto en sitios tan importantes como El Guggenheim y el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Otros filmes con un destacado recorrido internacional que prestigian la competencia de INSTAR son Smoke of the Fire (2023, 22 min.), de Daryna Mamaisur, artista visual y cineasta nacida en Kiev, y Solo la luna comprenderá (2023, 18 min.), de la directora costarricense Kim Torres. Smoke of the Fire estuvo en FIDMarseille, DOK Leipzig, Visions du Réel, entre otras citas de importancia en el circuito global de festivales. Desde Portugal, Mamaisur urde este ensayo fílmico “a partir de [su propia narración], clases de idioma, videos personales e imágenes de archivo de Kyiv”, bajo el propósito de revelar “la realidad dividida de quienes buscan un lugar seguro en el extranjero mientras anhelan su hogar, que está en constante peligro de guerra”. En Solo la luna comprenderá, Torres evoca “diferentes líneas temporales [que] se entrelazan en el misterioso y estancado pueblo de Manzanillo [en Costa Rica]”, advierte la sinopsis. Este cortometraje se ha presentado en los festivales de Locarno, New York y Valdivia, entre otros.
De Nastia Korkia (de origen ruso radicada en Alemania) y Vlad Fishez (de origen ucraniano radicado en Francia) es el documental animado Dreams about Putin (2023, 30 min.), que participó en el International Documentary Film Festival de Ámsterdam (IDFA), y es “un ensayo sobre el inconsciente, las pesadillas y las esperanzas de muchos rusos”, así como “un intento de reflexionar sobre el tema de la represión a través del prisma del arte”. Su producción mira directamente al momento de la invasión rusa a Ucrania, cuando “muchas personas comenzaron a soñar con Vladimir Putin y a compartir estos sueños en los medios”.
También de China se presenta “En concurso” Republic (2023, 107 min.), documental de Jin Jiang que registra un espacio secreto en el centro de Pekín hecho a la medida de una juventud que desea escapar de esa sociedad. Como si fuera un terreno suspendido en el tiempo, Republic acoge una juventud particular, en la cual advierte el director “una faceta inexplorada de la China contemporánea”.
Junto al filme de Jin Jiang, otros dos largometrajes (de ficción) hacen parte de la competencia: Ramona (2023, 82 min.) y Nome (2023, 117 min.). El primero se estrenó en la sección Generation 14plus del Festival Internacional de Cine de Berlín. Su realizadora, Victoria Linares Villegas, “explora historias queer sobre el trauma transgeneracional y la opresión sociopolítica”, se destaca en su perfil. Ramona ilumina la experiencia de una actriz que –para preparar un personaje– “decide sentarse con jóvenes dominicanas embarazadas”. Añade la sinopsis que “[a] lo largo de este proceso, a medida que las chicas presentan la historia de sus vidas ante la cámara, ellas mismas comienzan a influenciar la producción de la película, alterando su rumbo”.
Nome es obra de Sana Na N’Hada, un realizador nacido en Guinea-Bisáu en 1950 y formado en el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC). Su trabajo, según la ficha biográfica para el evento, “se construye […] en un ir y venir entre la memoria de la ocupación portuguesa, las luchas por la independencia y una reflexión sobre la destrucción de las sociedades tradicionales en Guinea-Bisáu”. En tanto, el argumento de Nome se ocupa de las experiencias del personaje homónimo tras regresar a su aldea años después de salir de ella para unirse a la resistencia contra el ejército colonial portugués.
El director haitiano Samuel Suffren, autor de Agwe (2022), repite en esta cita de INSTAR. En Dreams Like Paper Boats(2024, 19 min.) se ocupa de los efectos de la emigración en quienes permanecen en la isla caribeña cuando sus familiares dejan el país en busca de una mejor vida. El relato testimonia los días de un padre que debe cuidar a su pequeña hija mientras espera noticias de su mujer después de cinco años de ausencia.
También aborda el tema de la familia, pero desde una perspectiva radicalmente diferente, Three Promises (2023, 60 min.), en el cual un muchacho “vuelve sobre [su] pasado” a través de las imágenes filmadas por una madre sobre la vida cotidiana de su familia justo en los días en que “el ejército israelí toma represalias contra la Segunda Intifada en Cisjordania”. Según la sinopsis, Three Promises es “una película desgarradora que transmite la angustia de los niños y sus padres, obligados a elegir entre la seguridad y la angustia emocional”. Yousef Srouji, su director, se centra habitualmente “en comprender las dinámicas de la ocupación en Palestina y la resiliencia comunitaria en zonas de conflicto”.
De Cuba participan este año en la sección competitiva La historia se escribe de noche (Alejandro Alonso, 2024, 20 min.), Parole (Lázaro González, 2024, 25 min.), Petricor (Violena Ampudia, 2022, 9 min.) y Souvenir (Heidi Hassan, 2024, 11 min.).
En este último filme, su realizadora tiende una nueva mirada sobre la experiencia migratoria para explorar el fetichismo ideológico de ese turismo internacional que todavía observa a Cuba como un parque temático comunista, indiferente a la represión y la precariedad económica experimentados por sus ciudadanos. A su vez, Petricor es calificado como “una página de diario suspendida en el tiempo”, que sirve a la realizadora para sondear “el desarraigo lejos de Cuba”; un tema presente también en las películas de Hassan y González, si bien enfocados desde otras perspectivas.
La historia se escribe de noche es un ejercicio plástico que utiliza los apagones eléctricos que azotan las noches de los cubanos para alegorizar/denunciar la situación distópica que vive la isla. Mientras, Parole anuda el registro visual de la cotidianidad del realizador en San Francisco, Estados Unidos –donde enfrenta “la disonancia de los desafíos académicos y el constante zumbido de las preocupaciones por el alquiler”–, con los mensajes de audio que le envía su madre desde una Cuba cada vez más precaria.
Completan el programa Still Free (2023, 31 min.) y Wild Flowers (2022, 11 min.). Dirigido por Vadim Kostrov, cineasta ruso establecido en París, Still Free muestra escenas de una pareja –Katya y Kostya– en un lago, y esas imágenes con el tiempo habrían de cobrar “implicaciones políticas”, puesto que “Kostya estaba a punto de unirse al ejército ruso, una decisión de la que más tarde se arrepentiría”. Wild Flowers, documental de la croata Karla Crnčević, “explora la política de las imágenes y el sonido a través de diversos formatos y condiciones de trabajo”. Este filme se construyó a partir de la digitalización de grabaciones en VHS realizadas por el padre de la autora hace treinta años.
INSTAR anunció, además, que esta quinta convocatoria del festival tendrá dos secciones colaterales: un “Panorama del cine cubano” y una “Retrospectiva”, que ofrecerá una muestra de cine independiente chino.
En la primera, se juntan “algunas de las obras más recientes del cine independiente cubano, que siempre ha sido uno de los focos principales de nuestro festival desde su primera edición”, explicó Aparicio a Diario de Cuba; es decir, se proyectarán obras “que ya han pasado por ediciones anteriores y también películas de los últimos dos años realizadas por cineastas de la diáspora y otros que viven en Cuba”.
“La otra sección paralela [es] realizada en colaboración con el Chinese Independent Film Archive (CIFA)”, y reúne “siete películas chinas, incluyendo las dos del concurso, que nos permiten entender la evolución, la diversidad y las dificultades que ha atravesado este movimiento alternativo en China, realizado al margen de las instituciones oficiales, y también nos permitirá establecer un diálogo o una relación de espejo entre este y la diversidad del cine independiente en Cuba”.
Puedes leer la nota original aquí