Notables producciones independientes de China y Cuba en las secciones paralelas del V Festival de Cine INSTAR
Por RIALTA – 26 de octubre de 2024
RIALTA

Dos muestras colaterales acompañan el programa “En concurso” del V Festival de Cine INSTAR. Junto a las películas que optan por el Premio Nicolás Guillén Landrián, se podrá ver –del 28 de octubre al 3 de noviembre– un “Panorama del cine cubano” y una “Retrospectiva de cine independiente chino”. El conjunto de títulos comprendidos en ambos programas entrega relevantes ejemplos de las movidas independientes en esas naciones, a la vez que corrobora dos propósitos fundamentales del festival: dar cuenta del carácter transnacional del cine cubano y establecer “diálogo” con otras cinematografías procedentes de “países también regidos por gobiernos dictatoriales o autoritarios que imponen fuertes censuras sobre los artistas”.
El “Panorama del cine cubano” abarca obras bastante recientes en su mayoría; según el realizador José Luis Aparicio, curador y director artístico de la cita, se trata de “algunas de las piezas más significativas de la producción independiente de la isla y su diáspora”. En tanto, la “Retrospectiva de cine independiente chino” viene a ser una selección de documentales “curada en colaboración con el Chinese Independent Film Archive (CIFA)”, la cual, subrayó Aparicio, “permitirá apreciar la evolución de la creación cinematográfica alternativa de este país, así como reflexionar sobre sus tensiones constantes con el estado durante las últimas tres décadas”.
A estas producciones de Cuba y China es intrínseca la cualidad –fomentada por INSTAR– de forjar las formas bajo un decidido compromiso intelectual, lo que implica ejercer la crítica al interior de las respectivas sociedades. Son filmes que combaten las narrativas complacientes diseñadas por el poder al tiempo que erigen otras para reivindicar o impugnar tantas vidas desafortunadas, espacios sociales desfavorecidos, síntomas propios de la represión, capítulos del pasado que confiscó por el Estado, en un cotejo de experiencias capaz de condensar el clima histórico de sus países.
En la muestra cubana, entre ficciones y documentales, la curaduría resuelve entregar un catálogo elocuente de las búsquedas estéticas, los caminos creativos y las temáticas frecuentes en el paisaje cinematográfico independiente. Y se incluyen tanto realizadores que apenas comienzan como otros bastante consolidados cuyos filmes han sido programados en varios de los festivales más prestigiosos del mundo (irrefutable evidencia del calibre de estas producciones y del interés que despiertan hoy a nivel internacional).
Conforman este “Panorama del cine cubano” los documentales: Camino de lava (2023), de Gretel Marín; Casa de la noche (2016), de Marcel Beltrán; Cuatro hoyos (2023) y Mafifa (2021), ambos de Daniela Muñoz; El derecho a la pereza (2023), de Ixchel Marina Casado; La Habana de Fito (2023), de Juan Pin Vilar; La isla que se repite (2022), Now! (2016) y Persona (2014), de Eliecer Jiménez Almeida; Llamadas desde Moscú (2023), de Luis Alejandro Yero; y Tartessos Dune (2023), de Josué G. Gómez.
Es recurrente entre estas películas, por ejemplo, el tema de la emigración. Aparece pulsado desde diferentes ángulos en Llamadas desde Moscú, Cuatro hoyos y Persona. Los autores abarcan tanto su impacto en las personas que permanecen en el país como en las personas que se instalan en una nueva geografía cultural, y, generalmente, señalan el fenómeno migratorio como corolario de la situación política y económica en la isla. La emigración se presenta, muchas veces, como el saldo histórico de la Revolución. Otra particularidad frecuente en estas obras es el escrutinio antropológico de la sociedad, de sus conflictos y tensiones, algo apreciable en Camino de lava, Mafifa o El derecho a la pereza. Mafifa, que el año pasado obtuvo el Premio Nicolás Guillén Landrián, evidencia además un significativo interés por la memoria, un asunto también protagónico en el paisaje temático del cine cubano independiente. Alrededor de la memoria giran igualmente La Habana de Fito –que sufrió en la isla uno de los actos de censura más sonados en los últimos tiempos– y Tartessos Dune. Este último es un ensayo de índole experimental que trabaja con la materialidad de las películas de celuloide, al igual que Casa de la noche.
Completan la selección cubana las siguientes ficciones: Ángela (2018), de Juan Pablo Daranas Molina; El espacio roto (2024), de Gabriel Alemán y Eduardo Eimil; Hapi Berdey Yusimi in Yur Dey (2020), de Ana A. Alpízar; Havana Stories [La operación Payret] (2023), de Eliecer Jiménez Almeida; La mujer salvaje (2023), de Alán González; y Tundra (2021), de José Luis Aparicio.
Entre estas ficciones también se tienden singulares miradas a la emigración y al exilio, específicamente en títulos como Ángela, Hapi Berdey Yusimi in Yur Dey, y Havana Stories [La operación Payret]. Esta obra híbrida de Jiménez Almeida arroja algunas reflexiones sobre la memoria de la Revolución, sobre la naturaleza represiva del régimen cubano y su impacto en las vidas familiares e individuales de diversas generacionesforzadas al exilio. El espacio roto y Tundra, por ejemplo, dejan apreciar una práctica bastante sistematizada por la movida independiente cubana: la instrumentación de códigos del cine de género (sobre todo de la distopía).
Por su parte, la retrospectiva de cine chino incluye los siguientes filmes: Bing’ai (2007), de Feng Yan; Disorder (2009), de Huang Weikai; The Cold Winter (2011), de Zheng Kuo; The Memo (2023), del Badlands Film Group, y The Second Interrogation (2022), de Wang Tuo. A estos cinco documentales se sumarían otros dos escogidos para la sección competitiva: Republic (2023), de Jin Jiang, y An Asian Ghost Story (2023), de Bo Wang.
Estas realizaciones independientes chinas no solo posibilitan conocer el incisivo criterio problematizador con que estos creadores se adentran en la escabrosa y politizada realidad de su país. También dejan ver el auténtico vanguardismo que imprimen a su creación cinematográfica. De hecho, algunos de estos materiales proceden de/circulan por espacios propios de las artes visuales; tales son los casos de The Second Interrogation y Disorder, obras con un revelador tratamiento plástico e intergenérico.
Como suele suceder con el arte atento a los accidentes de la sociedad que lo produce, varios de estos documentales (tal como ocurre con algunas de las películas cubanas) presentan un acentuado carácter antropológico y una inclinación a la reivindicación social. Dos ejemplos… Desde un registro observacional, Bing’ai testimonia la cotidianidad de una campesina residente cerca del río Yangtsé; se observa su vida junto a un esposo enfermo y los dos hijos, su estilo de vida y sus costumbres, y sobre todo su enfrentamiento contra las autoridades que decidieron construir una gran hidroeléctrica que arruinaría su existencia. The Cold Winter se acerca al proceso de desalojo y demolición de una comunidad de artistas en Beijing por parte de una inmobiliaria; se da cuenta de la resistencia colectiva, aunque quizás la mayor virtud del filme está en exponer los conflictos generados entre los propios creadores: sus criterios y posiciones frente al mercado o en torno a las consecuencias de asumir, justamente, posturas políticas.
The Second Interrogation aborda los conflictos del mundo del arte. La escenificación del encuentro entre un censor y un artista despliega una reflexión que trasciende la censura misma para abarcar la ideología del arte contemporáneo y los sentidos de la creación bajo un sistema totalitario.
Las otras dos películas de esta muestra china (aparte de las incluidas en competencia), poseen asimismo encomiables valores estéticos y discursivos. Disorder es un filme de compilación resuelto con videos de archivo que aprehenden las dinámicas y dibujan el perfil de una metrópoli. Es una suerte de sinfonía urbana que no solo documenta la lógica de la globalización en China, sino el avasallante, absurdo a veces, clima de una ciudad cuasi distópica. En The Memo, Yang Xiao y Chen Sisi, los integrantes del Badlands Film Group, se proponen explorar prácticas de resistencia en comunidades marginadas. La película registra, mediante una original jugada formal, el activismo de los trabajadores migrantes durante el confinamiento en Shanghái.
Todos estos documentales de la “Retrospectiva de cine independiente chino” se exhibirán en el Museum Villa Stuck de Alemania, donde conforman, también, un proyecto expositivo alrededor de la censura —The Condition of No— ideado por la artista Tania Bruguera.
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