Mujeres que sueñan un país, recupera los testimonios de tres mujeres que participaron en los acontecimientos que derivaron de la huelga del MSI (la conformación del movimiento 27N; el estallido del 11J y la marcha cívica del 15N), la cual incluyó la huelga de hambre de algunos de sus integrantes y que estalló con motivo de las protestas por la arbitrariedad de la sentencia impuesta a Denis Solis, pero cuyo trasfondo fueron las constantes amenazas y represiones, así como los cambios económicos impuestos por el gobierno cubano.
Así pues, Daniela Rojo una madre de familia, artista y poeta autodidacta; Katherine Bisquet, escritora y poeta, y Anamely Ramos, docente universitaria de teoría e historia del arte, protagonizan este documental, narrando las implicaciones y urgencias del movimiento civil de resistencia organizada en el que participaron y tras el cual fueron condenadas al exilio, ya sea porque no pudieron regresar a Cuba por órdenes explícitas del estado cubano, por complicidad con otros agentes internacionales o, como en el caso de Daniela Rojo, autoexiliándose en Alemania como asilada política.
En el manifiesto del 27N, bajo el subtítulo “El país que soñamos”, los artistas, intelectuales y periodistas que lo redactaron, expresan sus deseos por habitar un país en el que la violencia, la represión y la censura sean erradicadas en aras de una democracia próspera y equitativa. Mujeres que sueñan con un país explora esos deseos al subvertir el machismo propio de la narrativa estatal oficial al hacer de Daniela, Katherine y Anamely sus protagonistas, al otorgarles no solo un lugar primordial en el encuadre, sino al posicionarlas como los sujetos que enuncian críticamente la urgencia de pensar las contradicciones históricas del régimen y sus consecuencias actuales: desde la represión en contra de Denis Solís y Luis Manuel Otero, hasta la imposibilidad de reunirse con sus familias, o acceder a información no sesgada sobre la actualidad en la isla.
Los testimonios de cada una de estas mujeres explican serenamente, desde sus muy particulares puntos de vista, el caudal de imágenes provenientes de diversas transmisiones en vivo a través de Facebook realizadas durante las protestas y los actos de resistencia del MSI, pero también de otros agentes culturales y civiles, que el director recopiló. El contraste entre la claridad de las palabras que cada una de las protagonistas del documental elige para dar cuenta de lo sucedido después del 26 de noviembre de 2020, y las imágenes borrosas de la perturbación y la brutalidad hace patente la desolación de un estado de cosas en el que ante la lectura colectiva de un poema (hecho que tuvo lugar el 27 de enero de 2021), las autoridades respondieron violentamente.